16 de diciembre de 2009

Como tranquilizarle

Normalmente a Rubén no le gusta nada tema brazos. Que por una parte es una maravilla, por que así no depende tanto de mi, sobretodo a la hora de incorporrme al trabajo, que por cierto, ya va quedando menos...
Si se pone a llorar, normalmente la solución es tumbarle y se tranquiliza, que no se tranquiliza, pues le quitamos los pantalones y calcetines, y más feliz que una perdiz (claro, descartando que tenía hambre o cacas al principio).
Ahora poco a poco, también le va tranquilizando el sentarse, cosa que antes no le gustaba...aqui la prueba.
Yo creo que está feliz, no?

No hay comentarios: